La aparición de una «joroba» o una «espalda encorvada» es una preocupación común que puede afectar tanto la apariencia física como el bienestar general. Esta condición se define como una curvatura excesiva de la columna vertebral hacia adelante, especialmente notable en la región torácica.1 Aunque el diagnóstico de cifosis puede generar inquietud, es fundamental comprender que se trata de una condición tratable y, en muchos casos, manejable con el enfoque adecuado. Este artículo tiene como objetivo proporcionar información clara y completa sobre la cifosis: qué es exactamente, sus diferentes tipos, las causas que la originan, cómo se diagnostica y, lo más importante, las opciones de tratamiento disponibles para mejorar la salud de la espalda y la calidad de vida. Entender la cifosis es el primer paso para abordarla eficazmente y recuperar la confianza.
La cifosis, más que una simple ‘mala postura’, puede impactar tu bienestar. Pero no estás solo, ¡y hay soluciones efectivas!
Entendiendo la Cifosis: Más Allá de la Curvatura
Para comprender la cifosis, es útil saber que la columna vertebral humana no es completamente recta, sino que posee curvaturas naturales que son esenciales para el equilibrio, la absorción de impactos y la movilidad. Estas incluyen una curvatura hacia adentro (lordosis) en el cuello (cervical) y la parte baja de la espalda (lumbar), y una curvatura hacia afuera (cifosis) en la parte media de la espalda (torácica o dorsal) y en el sacro.2 Por lo tanto, un cierto grado de cifosis en la región torácica es completamente normal y fisiológico.
La cifosis se convierte en un problema médico cuando esta curvatura hacia afuera en la región torácica se vuelve excesiva. Generalmente, se considera que una curvatura torácica supera el rango normal cuando mide más de 40 a 50 grados.4 Este aumento de la curvatura es lo que técnicamente se denomina «hipercifosis», aunque el término cifosis se usa comúnmente tanto por médicos como por pacientes para referirse a esta condición clínica de encorvamiento pronunciado de la espalda.4 Esta distinción es importante porque ayuda a entender que no toda curvatura es patológica, aliviando la preocupación inicial que muchos pacientes pueden sentir al oír el término cifosis. El hecho de que la cifosis sea una condición medible, a través de ángulos específicos, introduce la idea de que su diagnóstico y seguimiento se basan en criterios objetivos, lo cual es relevante al considerar las pruebas diagnósticas como las radiografías.
Tipos de Cifosis: Identificando el Origen del Problema
La cifosis no es una entidad única; se manifiesta en diferentes tipos, cada uno con causas, características y abordajes terapéuticos distintos. Identificar correctamente el tipo es un paso crucial, ya que de ello dependerán el tratamiento y el pronóstico.
Cifosis Postural: La Más Común y Corregible
La cifosis postural es el tipo más frecuente y suele hacerse evidente durante la adolescencia.4 Se caracteriza principalmente por una mala postura o «encorvamiento» habitual, y no está asociada a deformidades estructurales graves de las vértebras.4 Una característica distintiva de la cifosis postural es que la curva suele ser flexible, redondeada y, a menudo, el paciente puede corregirla voluntariamente al erguirse o tratar de enderezar la espalda.4
Este tipo de cifosis es más común en niñas que en niños, raramente es dolorosa y, dado que la curva no tiende a progresar significativamente, no suele ocasionar problemas importantes en la vida adulta.4 Para los pacientes, especialmente adolescentes y sus padres, saber que este tipo de deformidad es a menudo corregible mediante la concienciación postural y ejercicios específicos resulta tranquilizador, ya que implica que pueden tomar un papel activo en su manejo.
Enfermedad de Scheuermann (Cifosis Juvenil o Estructural): Cuando las Vértebras Cambian de Forma
A diferencia de la cifosis postural, la enfermedad de Scheuermann es un tipo de cifosis estructural. Esto significa que existen cambios reales en la forma de las vértebras.7 Típicamente, esta condición se manifiesta durante la adolescencia, coincidiendo con el estirón puberal.1
La característica principal de la enfermedad de Scheuermann es el «acuñamiento» de varias vértebras consecutivas (generalmente tres o más). En lugar de tener una forma rectangular normal, estas vértebras adoptan una forma de cuña, lo que provoca una curvatura más pronunciada y rígida en la columna.1 Esta rigidez impide que la curva se corrija simplemente intentando enderezar la espalda.10 Aproximadamente la mitad de los jóvenes con enfermedad de Scheuermann pueden experimentar dolor de espalda.9

Para su diagnóstico, los especialistas se basan en los criterios de Sørensen, que incluyen una cifosis torácica mayor de 45 grados, el acuñamiento de al menos 5 grados en tres o más vértebras consecutivas, la presencia de irregularidades en los platillos vertebrales y, a menudo, nódulos de Schmorl (pequeñas herniaciones del disco intervertebral dentro del cuerpo vertebral).11 El conocimiento de estos criterios subraya la necesidad de una evaluación médica para un diagnóstico preciso, diferenciándola claramente de la cifosis postural. Dado que la enfermedad de Scheuermann aparece y puede progresar durante el crecimiento, la detección temprana y la intervención oportuna, como el uso de corsés, pueden ser cruciales para controlar su avance.1
En la Enfermedad de Scheuermann, la curva se debe a que las vértebras de los adolescentes adoptan una forma de ‘cuña’, ocasionando rigidez.
Cifosis Congénita: Presente desde el Nacimiento
La cifosis congénita se origina por una malformación de la columna vertebral durante el desarrollo del feto en el útero.1 Esto puede implicar que las vértebras no se formen correctamente (defectos de formación) o que varias de ellas estén fusionadas (defectos de segmentación). Aunque está presente desde el nacimiento, puede no ser evidente de inmediato.
Este tipo de cifosis tiende a empeorar a medida que el niño crece y, a menudo, requiere una intervención quirúrgica a una edad temprana para detener la progresión de la curva y prevenir deformidades severas.1 Es importante destacar que los niños con la forma congénita pueden tener asociadas otras anomalías congénitas que afecten a otros órganos, como el corazón o los riñones, lo que subraya la necesidad de un manejo especializado y multidisciplinar.4 La naturaleza de esta forma de cifosis y su potencial de progresión resaltan la seriedad de la condición y la urgencia de una evaluación y tratamiento por especialistas en ortopedia pediátrica.
Cifosis Degenerativa (o del Adulto): El Impacto del Tiempo y el Desgaste
La cifosis degenerativa, como su nombre indica, se desarrolla en la edad adulta y está frecuentemente relacionada con el proceso de envejecimiento y el desgaste de las estructuras de la columna vertebral.1 Las causas más comunes incluyen:
- Osteoporosis: Esta condición debilita los huesos, haciéndolos más susceptibles a fracturas por compresión vertebral. Cuando una o varias vértebras se aplastan o colapsan, pueden contribuir a una curvatura cifótica progresiva.1
- Degeneración de los discos intervertebrales: Con la edad, los discos que actúan como amortiguadores entre las vértebras pueden deshidratarse, encogerse y perder altura. Este proceso degenerativo puede agravar la cifosis.1
- Artritis (Artrosis) en la columna: El desgaste de las articulaciones vertebrales también puede contribuir al desarrollo o empeoramiento de la cifosis en adultos.1
Este tipo de cifosis está intrínsecamente ligado a otras condiciones comunes del envejecimiento, lo que sugiere que el manejo de estas condiciones primarias (como la osteoporosis) puede jugar un papel en la prevención o el retraso de la progresión de la cifosis degenerativa. A diferencia de la enfermedad de Scheuermann, que tiende a estabilizarse después de que cesa el crecimiento, la cifosis degenerativa puede continuar empeorando con el tiempo si no se abordan las causas subyacentes.
Otros Tipos de Cifosis
Existen otras causas menos frecuentes de cifosis, que incluyen:
- C. Traumática: Resultante de fracturas vertebrales debidas a lesiones o traumatismos.1
- C. Neuromuscular: Asociada a condiciones que afectan los músculos y nervios que soportan la columna, como la parálisis cerebral, la distrofia muscular o la poliomielitis.1
- C. por otras causas: Como tumores espinales, infecciones (por ejemplo, tuberculosis vertebral), ciertas enfermedades endocrinas, del tejido conectivo, o la enfermedad de Paget, un trastorno que afecta la remodelación ósea.1
La siguiente tabla resume las características clave de los tipos más comunes de cifosis:
Tabla 1: Tipos Comunes de Cifosis y sus Características Clave
Tipo de Cifosis | Edad Típica de Aparición | Causa Principal | Características de la Curva (Flexible/Rígida) | Dolor Común (Sí/No/A veces) |
Postural | Adolescencia | Malos hábitos posturales | Flexible, suave | Raramente |
Enfermedad de Scheuermann | Adolescencia (pubertad) | Acuñamiento vertebral estructural | Rígida, angular | A veces (aprox. 50%) |
Congénita | Nacimiento | Malformación vertebral fetal | Rígida, puede progresar | Variable |
Degenerativa | Adultos (mayores) | Osteoporosis, degeneración discal, artritis | Progresiva, puede ser rígida | Frecuente |
Esta tabla permite una comparación rápida y facilita la comprensión de las diferencias fundamentales entre los tipos de cifosis, ayudando a contextualizar la información sobre causas y tratamientos.
¿Por Qué se Produce la Cifosis? Causas Detalladas y Factores de Riesgo
Como se ha mencionado, la causa específica v aría considerablemente según el tipo. Comprender estas causas y los factores que aumentan la probabilidad de desarrollar la condición es esencial tanto para el tratamiento como para la posible prevención en algunos casos.
Principales Causas Detalladas:
- Malos hábitos posturales: Sostener posturas encorvadas de forma continuada, especialmente durante los años de crecimiento, es la causa principal de la cifosis postural.4
- Enfermedad de Scheuermann: Aunque la causa exacta de este trastorno del crecimiento vertebral sigue siendo desconocida, se cree que factores genéticos y hereditarios juegan un papel, ya que tiende a presentarse en familias.1 El acuñamiento vertebral es la característica definitoria.
- Osteoporosis: Esta enfermedad, que reduce la densidad y calidad del hueso, es una causa importante de cifosis en adultos, particularmente en mujeres mayores. Las vértebras debilitadas pueden fracturarse espontáneamente o con traumatismos mínimos (fracturas por compresión), colapsando y provocando un aumento de la curvatura dorsal.1
- Degeneración Discal: Los discos intervertebrales actúan como cojines entre las vértebras. Con el envejecimiento, estos discos pueden perder contenido de agua, secarse, encogerse y perder altura, lo que contribuye a la cifosis degenerativa.1
- Anomalías Congénitas: Errores en la formación o segmentación de las vértebras durante el desarrollo fetal son la causa de la cifosis congénita.1
- Traumatismos: Lesiones directas en la columna, como las causadas por caídas o accidentes, pueden provocar fracturas vertebrales que alteren la alineación espinal y resulten en cifosis traumática.1
- Otras condiciones médicas: Una variedad de enfermedades pueden llevar a la cifosis, incluyendo la artritis (especialmente la espondilitis anquilosante), infecciones como la tuberculosis que afectan la columna (mal de Pott), tumores que crecen en o cerca de las vértebras, distrofias musculares que debilitan los músculos de soporte de la espalda, neurofibromatosis, la enfermedad de Paget (que causa crecimiento óseo anormal) 1, y la espondilolistesis (deslizamiento de una vértebra sobre otra).1
La osteoporosis, especialmente en mujeres mayores, es una causa frecuente de cifosis en adultos, ya que las vértebras debilitadas pueden fracturarse y colapsar.
Factores de Riesgo:
Ciertos factores pueden aumentar la probabilidad de desarrollar cifosis:
- Edad: La adolescencia es un período de riesgo para la cifosis postural y la enfermedad de Scheuermann, debido al rápido crecimiento. La edad avanzada es un factor de riesgo principal para la cifosis degenerativa, por la mayor prevalencia de osteoporosis y degeneración discal.1
- Genética e Historia Familiar: Existe una predisposición familiar para la enfermedad de Scheuermann.9 Además, ciertas condiciones genéticas raras, como el síndrome de Marfan, el síndrome de Ehlers-Danlos y la osteogénesis imperfecta, se asocian con un mayor riesgo de cifosis.13
- Sexo: La cifosis postural parece ser más común en niñas 4, mientras que algunas fuentes sugieren que la enfermedad de Scheuermann es más frecuente en niños.6 La osteoporosis, una causa principal de cifosis degenerativa, es significativamente más común en mujeres posmenopáusicas.13
- Uso prolongado de corticoides: Estos medicamentos pueden debilitar los huesos y aumentar el riesgo de osteoporosis y fracturas por compresión.13
- Ciertas enfermedades preexistentes: Condiciones como enfermedades endocrinas o trastornos del tejido conectivo pueden predisponer a problemas espinales, incluyendo la cifosis.1
La naturaleza multifactorial de la cifosis subraya la importancia de un diagnóstico médico para identificar la causa subyacente específica en cada caso, ya que el tratamiento debe adaptarse a ella. Si bien no todas las causas son prevenibles, conocer los factores de riesgo puede ayudar a tomar medidas proactivas, como el cuidado de la salud ósea para mitigar el riesgo de cifosis relacionada con la osteoporosis.
Síntomas de Alerta de la Cifosis: ¿Cuándo Consultar al Médico?
Los síntomas de la cifosis pueden variar enormemente, desde cambios sutiles en la postura hasta manifestaciones más severas que afectan la calidad de vida. Reconocer estas señales es fundamental para buscar atención médica oportuna.
Síntomas Comunes:
La manifestación más evidente de la cifosis es la apariencia de una espalda redondeada, comúnmente descrita como «joroba» o «chepa».1 Otros síntomas frecuentes incluyen:
- Dolor de espalda: Puede variar de leve a moderado y localizarse comúnmente en la parte media o baja de la espalda.1
- Rigidez en la columna vertebral: Dificultad para mover o enderezar la espalda.1
- Fatiga: Especialmente después de estar de pie o sentado durante períodos prolongados, debido al esfuerzo adicional de los músculos para mantener la postura.1
- Sensibilidad al tacto en la columna.1
- En niños y adolescentes con enfermedad de Scheuermann, una característica puede ser la incapacidad de enderezar la curvatura de la espalda voluntariamente cuando se les pide.9
- Tensión en los músculos isquiotibiales (en la parte posterior de los muslos) también puede estar presente.4
Síntomas de Cifosis Más Severa o Progresiva (Requieren Atención Médica Urgente):
Cuando la cifosis es más pronunciada o progresa, pueden aparecer síntomas más graves que indican la necesidad de una evaluación médica sin demora:
- Dificultad para respirar o disminución de la capacidad pulmonar: Una curvatura torácica muy severa puede restringir la expansión de los pulmones, dificultando la respiración.1
- Problemas digestivos: En casos graves, la deformidad puede comprimir el tracto digestivo, causando síntomas como reflujo ácido o dificultad para tragar.7
- Síntomas neurológicos: Estos son signos de alarma que pueden indicar compresión de la médula espinal o de las raíces nerviosas. Incluyen:
- Debilidad, entumecimiento, hormigueo o parálisis en las piernas.
- Pérdida de sensibilidad en áreas por debajo de la curvatura.
- Problemas de equilibrio o coordinación.
- Cambios en los hábitos intestinales o de la vejiga (incontinencia).1
- Dolor de espalda incapacitante: Un dolor que interfiere significativamente con las actividades diarias y no se alivia con medidas simples.1
Impacto Psicológico:
Más allá de los síntomas físicos, la cifosis, especialmente en adolescentes, puede tener un impacto psicológico considerable. La apariencia de la espalda encorvada puede generar problemas de imagen corporal, timidez y afectar la autoestima.1 Es importante reconocer y abordar estos aspectos emocionales como parte del manejo integral de la condición.
Cuándo Consultar al Médico:
Es recomendable buscar la opinión de un profesional de la salud si se observa un aumento progresivo de la curvatura de la espalda (en uno mismo o en un hijo), si existe dolor de espalda persistente que no mejora, o si aparece alguno de los síntomas más severos mencionados anteriormente, como dificultades respiratorias o síntomas neurológicos.7 Un diagnóstico temprano puede llevar a un tratamiento más efectivo y prevenir complicaciones. La variabilidad en la severidad de los síntomas refuerza la necesidad de una evaluación individualizada, y la identificación de «banderas rojas» como los problemas respiratorios o neurológicos es crucial para que los pacientes sepan cuándo una situación requiere atención médica urgente.
Si notas que tu espalda se encorva más, sientes dolor persistente, o experimentas dificultad para respirar o debilidad en las piernas, es momento de consultar a un especialista en cifosis.
Diagnóstico Preciso de la Cifosis: El Camino hacia el Tratamiento
Un diagnóstico certero es el pilar fundamental para establecer un plan de tratamiento efectivo para la cifosis. El proceso diagnóstico generalmente implica una combinación de la historia clínica del paciente, un examen físico detallado y pruebas de imagen.
Historia Clínica y Examen Físico:
El médico comenzará recopilando información detallada sobre los síntomas: cuándo comenzaron, su gravedad, qué factores los alivian o empeoran. También indagará sobre antecedentes familiares de problemas de espalda, especialmente de cifosis o enfermedad de Scheuermann, y sobre cualquier otra condición médica relevante.7
Posteriormente, se realizará un examen físico exhaustivo:
- Observación de la columna: El médico examinará la espalda del paciente desde el frente, la espalda y los costados, tanto en posición erguida como inclinado hacia adelante (maniobra conocida como Test de Adams). Esta prueba, aunque más específica para la escoliosis, puede ayudar a visualizar la cifosis, evaluar su rigidez y detectar posibles asimetrías.9
- Evaluación de la flexibilidad: Se valorará si la curva es flexible (se corrige parcialmente con ciertas maniobras, como acostarse boca abajo o intentar erguirse) o rígida (no se modifica significativamente).4
- Examen neurológico: Se comprobarán los reflejos, la fuerza muscular y la sensibilidad en las extremidades para detectar cualquier signo de afectación nerviosa o compresión de la médula espinal.1
Pruebas de Imagen (Clave para confirmar y medir la cifosis):
Las pruebas de imagen son cruciales para confirmar el diagnóstico de cifosis, determinar su tipo y medir la magnitud de la curvatura.
- Radiografías (Rayos X): Son la herramienta diagnóstica principal. Se suelen tomar radiografías de la columna completa, en proyecciones anteroposterior (de frente) y lateral (de perfil). Estas imágenes permiten al médico medir con precisión el ángulo de la curvatura (conocido como ángulo de Cobb) y detectar anomalías en la forma de las vértebras, como el acuñamiento característico de la enfermedad de Scheuermann.1 La medición objetiva del ángulo de Cobb es fundamental, ya que proporciona un dato cuantificable sobre la severidad de la cifosis, lo que guía las decisiones de tratamiento.
- Resonancia Magnética (RM o MRI): Esta prueba se puede solicitar si existen síntomas neurológicos (debilidad, entumecimiento, etc.), si se sospecha la presencia de un tumor, una infección, una hernia de disco significativa, o para una planificación quirúrgica más detallada. La RM ofrece imágenes detalladas de los tejidos blandos, incluyendo la médula espinal, los nervios y los discos intervertebrales.1
- Tomografía Computarizada (TC o CT scan): En algunos casos, la TC puede utilizarse para obtener imágenes más detalladas de las estructuras óseas, especialmente si las radiografías no son concluyentes o para la planificación preoperatoria en casos complejos.12 También puede ser útil para descartar otras patologías, como la tuberculosis vertebral en casos atípicos de enfermedad de Scheuermann.8
Otras Pruebas (según el caso):
Dependiendo de los hallazgos y la sospecha clínica, el médico puede solicitar pruebas adicionales:
- Prueba de Densidad Ósea (Densitometría ósea): Se realiza si se sospecha osteoporosis como causa de la cifosis, especialmente en adultos mayores o en personas con factores de riesgo para esta enfermedad.1
- Pruebas de Función Pulmonar (Espirometría): Si la cifosis es muy severa y existe la preocupación de que pueda estar afectando la capacidad respiratoria del paciente.1
El hecho de que no todos los pacientes requieran la totalidad de estas pruebas indica un enfoque diagnóstico escalonado y personalizado, comenzando por la historia clínica y el examen físico, y recurriendo a pruebas de imagen más avanzadas solo cuando es necesario. Este proceso no solo busca confirmar la cifosis y su tipo, sino también descartar otras posibles causas de los síntomas del paciente.
Tratamiento de la Cifosis: Opciones para Recuperar tu Bienestar
El tratamiento de la cifosis es altamente individualizado y depende de múltiples factores, incluyendo la causa subyacente, la severidad y rigidez de la curvatura, la edad del paciente, la presencia e intensidad de los síntomas (especialmente el dolor), y si el paciente se encuentra aún en etapa de crecimiento.1 El objetivo principal es aliviar el dolor, mejorar la función y la postura, y prevenir la progresión de la deformidad.
Tratamientos Conservadores: La Primera Línea de Acción para la Cifosis
En la mayoría de los casos, especialmente en la cifosis postural y en muchos casos de enfermedad de Scheuermann, se opta inicialmente por tratamientos conservadores (no quirúrgicos).
- Observación («Esperar y Ver»):
Para la cifosis leve, particularmente la postural, o para casos leves de enfermedad de Scheuermann en adolescentes que no muestran progresión significativa ni causan dolor importante, el médico puede recomendar un período de observación. Esto implica revisiones médicas periódicas, que pueden incluir radiografías, para monitorizar la evolución de la curva, especialmente durante los períodos de crecimiento activo del adolescente. - Fisioterapia y Ejercicios Específicos:
La fisioterapia juega un papel fundamental en el manejo de casi todos los tipos de cifosis, siendo especialmente crucial para la cifosis postural y la enfermedad de Scheuermann. Los objetivos de la fisioterapia son variados e incluyen:- Aliviar el dolor de espalda.
- Mejorar la conciencia postural y corregir malos hábitos.
- Fortalecer los músculos de la espalda, en particular los extensores del tronco, y los músculos del «core» (abdominales y lumbares profundos), que son esenciales para la estabilidad de la columna. Para más información sobre la importancia del core, puede ser útil leer estos artículos.
- Estirar músculos que suelen estar acortados y tensos en personas con cifosis, como los isquiotibiales y los pectorales.4 Un recurso útil puede ser el artículo sobre Estiramientos para evitar el dolor de espalda: Isquiosurales.
- Mejorar la flexibilidad y movilidad general de la columna vertebral.
Existen diversos métodos y tipos de ejercicios que pueden ser beneficiosos, como el método Schroth (un enfoque tridimensional para la corrección de deformidades espinales) 16, los ejercicios SEAS (Scientific Exercise Approach to Scoliosis/Kyphosis), el método Klapp (ejercicios en cuadrupedia) y los ejercicios de estabilización del core.16
- Algunos ejemplos de ejercicios que se suelen recomendar, y que deben ser adaptados a cada paciente por un fisioterapeuta, incluyen:
- Extensiones de espalda: Como el ejercicio de «Superman» (tumbado boca abajo, levantar brazos y piernas), o extensiones torácicas apoyado en una silla o utilizando un rodillo de espuma (foam roller).
- Fortalecimiento de la musculatura escapular: Ejercicios para fortalecer los músculos romboides y el trapecio medio, como movimientos de «remo» o juntar las escápulas (omóplatos).
- Ejercicios de core: Planchas (frontales y laterales) y puentes de glúteo para mejorar la estabilidad del tronco.
- Estiramientos: De los músculos pectorales (para abrir el pecho) y de los isquiotibiales.
- Corsés Ortopédicos (Bracing):
El uso de un corsé ortopédico es un tratamiento común para la enfermedad de Scheuermann en adolescentes que aún están en fase de crecimiento y presentan curvas de cifosis moderadas (generalmente entre 45 y 75 grados). El objetivo principal del corsé no es corregir completamente la curva existente, sino frenar o detener su progresión mientras el esqueleto madura. Existen diferentes tipos de corsés, como el corsé de Milwaukee (más antiguo, con una extensión para el cuello, indicado para curvas altas), el corsé de Boston (un tipo de TLSO – órtesis toraco-lumbo-sacra – que se ajusta bajo el brazo y es más discreto) y el corsé de Cheneau. El tipo de corsé y el número de horas diarias de uso (que pueden ser hasta 23 horas al día) son determinados por el médico especialista. El tratamiento con corsé suele ir acompañado de un programa de fisioterapia para mantener la fuerza y flexibilidad muscular. Es importante destacar que la efectividad del corsé está ligada a su uso durante el período de crecimiento; una vez alcanzada la madurez esquelética, su capacidad para influir en la curva disminuye significativamente. - Medicamentos:
La medicación se utiliza principalmente para el manejo de los síntomas, especialmente el dolor:- Analgésicos de venta libre: Como el paracetamol, el ibuprofeno o el naproxeno, pueden ser suficientes para aliviar el dolor leve o moderado asociado a la cifosis.12
- Analgésicos más potentes: Si el dolor es más intenso y no responde a los medicamentos de venta libre, el médico puede prescribir analgésicos más fuertes.12
- Medicamentos para la osteoporosis: Si la cifosis es secundaria a la osteoporosis (por ejemplo, debido a fracturas por compresión vertebral), el tratamiento de la osteoporosis con medicamentos como los bifosfonatos es fundamental para fortalecer los huesos, prevenir nuevas fracturas y evitar el empeoramiento de la curva.12
La mayoría de estos tratamientos conservadores requieren una participación activa y un compromiso constante por parte del paciente (o de los padres, en el caso de los niños). A menudo, una combinación de enfoques, como el corsé junto con la fisioterapia para la enfermedad de Scheuermann 1, resulta más efectiva.
Cirugía para la Cifosis: ¿Cuándo es Necesaria?
La cirugía para la cifosis se considera una opción cuando los tratamientos conservadores no han logrado controlar los síntomas o la progresión de la curva, o en casos de cifosis severa desde el inicio.
Indicaciones Comunes para Cirugía:
La decisión de operar una cifosis se toma cuidadosamente y suele basarse en la presencia de:
- Curvas muy pronunciadas y progresivas: En la enfermedad de Scheuermann, se suele considerar la cirugía para curvas que superan los 70-75 grados 11, aunque algunas fuentes mencionan umbrales algo menores (superiores a 60 grados) si se asocian a dolor significativo.1
- Dolor de espalda crónico e incapacitante: Cuando el dolor es severo, no responde a otros tratamientos y afecta significativamente la calidad de vida del paciente.1
- Compromiso neurológico: Si la deformidad de la columna causa compresión de la médula espinal o de las raíces nerviosas, provocando síntomas como debilidad o entumecimiento en las piernas, pérdida de sensibilidad, o problemas con la función intestinal o vesical.1
- Problemas respiratorios o digestivos significativos: En casos raros de cifosis muy severa, la deformidad puede restringir la función pulmonar o comprimir órganos digestivos.1
- Cifosis congénita con progresión: Muchos casos de cifosis congénita requieren cirugía temprana para corregir la deformidad y prevenir un empeoramiento a medida que el niño crece.1
- Deformidad o dolor severo por osteoporosis: Cuando las fracturas por compresión causan una deformidad significativa o dolor intratable, la cirugía puede ser una opción.1
Procedimiento Quirúrgico Más Común: Fusión Espinal (Artrodesis):
El procedimiento quirúrgico más utilizado para corregir la cifosis severa es la fusión espinal o artrodesis.4 Durante esta cirugía, el cirujano realinea las vértebras afectadas a una posición más corregida y luego las une (fusiona) para que crezcan juntas como un solo hueso sólido. Para lograr la fusión, se utilizan injertos óseos (que pueden ser del propio paciente o de un banco de huesos). A menudo, se emplean implantes metálicos como tornillos, barras o placas para estabilizar la columna en la posición corregida mientras el hueso se consolida y la fusión tiene lugar.4
En algunos casos, especialmente cuando la curva es muy rígida y angular, pueden ser necesarias osteotomías. Estas son cortes quirúrgicos realizados en las vértebras para «liberar» la columna y permitir una mayor corrección de la deformidad antes de realizar la fusión.

Los objetivos principales de la cirugía de cifosis son reducir el grado de la curvatura, aliviar el dolor de espalda significativo si está presente, prevenir una mayor progresión de la deformidad, mantener la corrección obtenida a lo largo del tiempo y, en casos con afectación neurológica, descomprimir las estructuras nerviosas.4 La decisión de someterse a una cirugía es compleja e implica una cuidadosa ponderación de los beneficios esperados frente a los riesgos potenciales, y debe ser discutida en detalle con el equipo quirúrgico. Para más información sobre procedimientos quirúrgicos, se pueden consultar fuentes especializadas como la American Academy of Orthopaedic Surgeons (AAOS).4
La siguiente tabla ofrece un resumen de las opciones de tratamiento para la cifosis:
Tabla 2: Resumen de Opciones de Tratamiento para la Cifosis
Opción de Tratamiento | Descripción Breve | Principalmente Indicado Para (Tipo de Cifosis/Situación) | Objetivo Principal |
Observación | Seguimiento médico sin intervención activa | Cifosis postural leve, Scheuermann leve sin progresión | Monitorizar la curva |
Fisioterapia/Ejercicios | Programa de estiramientos y fortalecimiento | Postural, Scheuermann, coadyuvante en otras | Aliviar dolor, mejorar postura, fortalecer |
Corsé Ortopédico | Uso de aparato externo para guiar el crecimiento | Enfermedad de Scheuermann en adolescentes en crecimiento (curvas moderadas) | Frenar progresión de la curva |
Medicamentos | Analgésicos, fármacos para osteoporosis | Alivio del dolor, tratar causa subyacente (ej. osteoporosis) | Controlar síntomas, fortalecer hueso |
Cirugía (Fusión Espinal) | Procedimiento quirúrgico para corregir y estabilizar permanentemente la columna | Curvas severas/progresivas, dolor intratable, compromiso neurológico, cifosis congénita | Reducir deformidad, aliviar dolor, estabilizar, prevenir progresión |
Esta tabla comparativa ayuda a visualizar las diferentes modalidades de tratamiento, sus indicaciones y sus metas, facilitando una mejor comprensión de por qué un médico podría recomendar un enfoque específico.
Convivir con la Cifosis: Consejos Prácticos para tu Día a Día
Más allá de los tratamientos médicos específicos, adoptar ciertos hábitos y realizar ajustes en la vida diaria puede ser de gran ayuda para manejar la cifosis, aliviar los síntomas y mejorar la calidad de vida. Estos consejos son especialmente relevantes para la cifosis postural y como complemento al tratamiento de otros tipos de cifosis.
Higiene Postural y Ergonomía:
Mantener una buena postura y aplicar principios ergonómicos en las actividades cotidianas es fundamental:
- Conciencia postural constante: Prestar atención a cómo se sienta, se para y camina es el primer paso.25 Disciplinas como yoga o pilates pueden ayudar a aumentar esta conciencia corporal.25
- Al sentarse: La espalda debe estar bien apoyada contra el respaldo de la silla. Los pies deben estar planos en el suelo o sobre un reposapiés, con las rodillas formando un ángulo de 90 grados o ligeramente más bajas que las caderas. Es importante evitar encorvarse sobre el escritorio o el ordenador. La correcta alineación pélvica también es crucial; sentarse sobre los isquiones (los huesos de la parte inferior de la pelvis) ayuda a mantener una base estable para la columna.25
- Al estar de pie: Distribuir el peso equitativamente sobre ambos pies. Mantener los hombros relajados y hacia atrás (pero no forzados), el abdomen ligeramente contraído para dar soporte a la columna, y las rodillas levemente flexionadas para evitar la hiperextensión.25 Levantar la barbilla ayuda a enderezar la parte superior de la espalda.18
- Al levantar peso: Nunca doblar la espalda desde la cintura. En su lugar, agacharse flexionando las rodillas, manteniendo la espalda lo más recta posible. El objeto a levantar debe mantenerse cerca del cuerpo y la fuerza debe hacerse con las piernas, no con la espalda.25
- Al dormir: Un colchón que ofrezca un buen soporte (ni demasiado duro ni demasiado blando) es importante. El uso de almohadas puede ayudar a mantener una alineación neutra de la columna. Para personas con cifosis, dormir boca arriba o de lado suele ser preferible a dormir boca abajo, ya que esta última postura puede exacerbar la curvatura o causar tensión en el cuello.26
- Ergonomía en el trabajo o estudio: La altura de la silla y de la mesa deben ser adecuadas para que los antebrazos puedan descansar cómodamente sobre la mesa formando un ángulo de 90 grados con los brazos. La pantalla del ordenador debe estar a la altura de los ojos para evitar inclinar la cabeza hacia adelante o hacia abajo.25
Para obtener consejos detallados sobre cómo levantarse y sentarse correctamente, que son aplicables para proteger la espalda en general, puede ser útil consultar este artículo, ya que las mecánicas de movimiento seguro son relevantes.
Pequeños cambios en tu postura diaria, como sentarte con la espalda recta y levantar peso correctamente, pueden marcar una gran diferencia en el manejo de la cifosis.
Ejercicio Adaptado y Actividad Física:
El ejercicio regular y adaptado es un pilar en el manejo de la cifosis:
- Natación: Es frecuentemente recomendada, especialmente el estilo espalda, ya que promueve la extensión de la columna torácica, fortalece los músculos de la espalda y tiene bajo impacto sobre las articulaciones.5 El estilo espalda tiene un efecto «anticifótico».5
- Pilates y Yoga: Estas disciplinas pueden ser muy beneficiosas para mejorar la fuerza del core (músculos profundos del abdomen y la espalda), la flexibilidad general, la movilidad de la columna y la conciencia postural.19 Es importante que, si la cifosis es significativa o dolorosa, estas actividades se realicen bajo la supervisión de un instructor cualificado que pueda adaptar los ejercicios.
- Evitar actividades perjudiciales: Algunos deportes o actividades que implican una flexión dorsal mantenida o excesiva (como el ciclismo con una mala postura 19) o un alto impacto pueden no ser recomendables o deben realizarse con precaución y adaptaciones, según la indicación médica o del fisioterapeuta.
Manejo del Dolor (Complementario):
Además de los tratamientos médicos y la fisioterapia, algunas medidas pueden ayudar a manejar el dolor:
- Aplicación de calor o frío: El calor puede ayudar a relajar los músculos tensos, mientras que el frío puede reducir la inflamación y el dolor agudo.
- Técnicas de relajación: El estrés puede exacerbar la tensión muscular y el dolor. Técnicas como la respiración profunda o la meditación pueden ser útiles.
Manejo de la Imagen Corporal:
La preocupación por la apariencia física es válida y común, especialmente en adolescentes con cifosis.1 Es importante:
- Reconocer estos sentimientos y no minimizarlos.
- Enfocarse en las mejoras funcionales, el alivio del dolor y el bienestar general que se pueden lograr con el tratamiento.
- Buscar apoyo emocional en la familia, amigos o, si es necesario, en profesionales de la salud mental.
Implementar estos consejos de forma proactiva puede marcar una diferencia significativa en cómo se vive con la cifosis, promoviendo no solo la salud física de la columna, sino también el bienestar emocional y la capacidad para realizar actividades diarias. Estos ajustes en el estilo de vida son, en muchos casos, compromisos a largo plazo que complementan y potencian los efectos de los tratamientos médicos.
Prevención de la Cifosis: Cuidando tu Columna desde Hoy
Si bien no todos los tipos de cifosis son prevenibles (por ejemplo, la cifosis congénita, que se debe a problemas en el desarrollo fetal), sí existen medidas que pueden ayudar a prevenir ciertos tipos, como la cifosis postural, o a reducir el riesgo de desarrollar o empeorar la cifosis degenerativa.
Prevención de la Cifosis Postural:
La prevención de la cifosis postural se centra en la adopción de buenos hábitos desde una edad temprana:
- Educación postural en la infancia y adolescencia: Enseñar a los niños y adolescentes la importancia de sentarse y pararse con la espalda erguida, evitando el encorvamiento habitual al estar sentados en clase, estudiando o usando dispositivos electrónicos.28
- Uso correcto de mochilas escolares: Las mochilas sobrecargadas o mal llevadas pueden contribuir a una mala postura. Es importante que las mochilas no excedan un porcentaje razonable del peso corporal del niño, que se usen ambas correas sobre los hombros y que se ajusten correctamente para que queden pegadas a la espalda.28
- Fomentar la actividad física regular: El ejercicio ayuda a fortalecer los músculos de la espalda y del core, proporcionando un mejor soporte para la columna vertebral y manteniendo su flexibilidad. Actividades como la natación, caminar, correr o el yoga son ideales.28
Prevención de la Cifosis Degenerativa (o ralentizar su progresión):
Para la cifosis que se desarrolla en la edad adulta debido a procesos degenerativos, las medidas preventivas se enfocan en mantener la salud general de la columna y los huesos:
- Mantener una buena salud ósea: Prevenir la osteoporosis es clave. Esto incluye asegurar una ingesta adecuada de calcio y vitamina D a través de la dieta o suplementos (si es necesario y bajo supervisión médica), realizar ejercicio regular que implique carga de peso (como caminar o ejercicios de fuerza, adaptados a la capacidad individual), evitar el tabaquismo y moderar el consumo de alcohol.29
- Mantener un peso corporal saludable: El exceso de peso aumenta la carga sobre la columna vertebral y puede acelerar los procesos degenerativos.
- Higiene postural continua a lo largo de la vida: Mantener la conciencia postural y aplicar principios ergonómicos en el trabajo y en las actividades diarias no es solo para quienes ya tienen problemas de espalda, sino una medida preventiva para todos.
Para Quienes Ya Tienen Cifosis Leve o Factores de Riesgo:
Si ya se ha diagnosticado una cifosis leve o existen factores de riesgo significativos, seguir rigurosamente las recomendaciones del médico y del fisioterapeuta es fundamental para evitar la progresión de la curva y manejar los síntomas de manera efectiva. Esto incluye la adherencia a los programas de ejercicios, el uso correcto de corsés si están indicados, y las revisiones médicas periódicas.
La prevención, en los casos en que es posible, se basa en hábitos saludables mantenidos a lo largo del tiempo. Para la cifosis postural, la clave está en la educación y la adopción de buenas costumbres desde joven. Para la cifosis degenerativa, las estrategias se alinean con un envejecimiento saludable, con especial atención a la salud ósea.
Conclusión: Tu Espalda, Tu Prioridad – Actúa contra la Cifosis
La cifosis, o la curvatura excesiva de la espalda, es una condición que puede presentarse de diversas formas, con múltiples causas y con un amplio espectrio de severidad. Desde la cifosis postural, a menudo corregible con cambios de hábitos, hasta formas más estructurales como la enfermedad de Scheuermann o la cifosis congénita y degenerativa, cada caso requiere una comprensión y un abordaje individualizado.
Lo más importante es recordar que, aunque el diagnóstico de cifosis pueda generar preocupación, existen numerosas opciones de tratamiento y estrategias de manejo. La clave reside en un diagnóstico temprano y preciso realizado por un especialista en columna vertebral. Este profesional podrá determinar el tipo específico de cifosis, su causa y su gravedad, y así recomendar el plan de acción más adecuado, que puede ir desde la observación y la fisioterapia hasta el uso de corsés o, en casos seleccionados, la cirugía.
Con el manejo adecuado, la información correcta y un enfoque proactivo hacia la salud de la espalda, la gran mayoría de las personas con cifosis pueden aliviar sus síntomas, mejorar su función y llevar una vida plena y activa.
Si tienes preocupaciones sobre tu postura, experimentas dolor de espalda persistente o sospechas que tú o alguien de tu familia podría tener cifosis, no dudes en consultar a tu médico de cabecera o a un especialista en columna. Cuidar tu espalda es una inversión directa en tu calidad de vida.
Preguntas Frecuentes sobre la Cifosis
- ¿La cifosis siempre empeora con el tiempo? No necesariamente. Depende del tipo de cifosis y de si se recibe tratamiento. La cifosis postural puede no empeorar e incluso mejorar con ejercicios y conciencia postural. La enfermedad de Scheuermann tiende a progresar durante el crecimiento adolescente pero suele estabilizarse una vez alcanzada la madurez esquelética. La cifosis congénita y la degenerativa pueden progresar si no se tratan adecuadamente.
- ¿Puedo corregir mi cifosis solo con ejercicios? Para la cifosis postural, los ejercicios de fortalecimiento y estiramiento, junto con la reeducación postural, a menudo son suficientes para lograr una corrección significativa. En la enfermedad de Scheuermann, los ejercicios son una parte importante del tratamiento para aliviar el dolor y mejorar la función, pero en casos de curvas moderadas a severas en adolescentes en crecimiento, puede ser necesario un corsé, y en situaciones más graves, la cirugía. Para otros tipos de cifosis, el papel de los ejercicios varía según la causa subyacente.
- ¿La cifosis es hereditaria? Existe un componente genético o familiar en la enfermedad de Scheuermann, lo que significa que puede haber una mayor predisposición si otros miembros de la familia la padecen. Además, algunas condiciones genéticas raras que pueden causar cifosis son hereditarias. Sin embargo, no todos los tipos de cifosis tienen una base hereditaria directa.
- ¿Qué especialista trata la cifosis? El manejo de la cifosis puede involucrar a varios profesionales de la salud. El diagnóstico y tratamiento suelen ser dirigidos por médicos traumatólogos y ortopedas, especialmente aquellos especializados en cirugía de columna vertebral, o neurocirujanos con experiencia en deformidades espinales. Los médicos rehabilitadores y los fisioterapeutas también desempeñan un papel crucial, especialmente en el diseño y supervisión de programas de ejercicios y en el manejo conservador.
Referencias
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- RIESGO DE CIFOESCOLIOSIS EN ADOLESCENTES DE 12 A 17 AÑOS DEL COLEGIO CALASANZ DEL CANTÓN LOJA. Tesis previa a la obtención de, fecha de acceso: mayo 11, 2025, https://dspace.unl.edu.ec/jspui/bitstream/123456789/17215/1/CIFOESCOLIOSIS.pdf
- Kyphosis (Roundback) of the Spine – OrthoInfo – AAOS, fecha de acceso: mayo 11, 2025, https://orthoinfo.aaos.org/en/diseases–conditions/kyphosis-roundback-of-the-spine/
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