Los procedimientos de cirugía de espalda son sin duda complejos y, en ocasiones, pueden no conducir a los resultados deseados. Es muy importante comprender las causas de fracaso de cirugía lumbar y las complicaciones más habituales, tanto antes de la cirugía, con el fin de hacer una elección informada, responsable y realista, como después, si tenemos la mala suerte de sufrir cualquiera de ellas, de manera que podamos poner en marcha todas las estrategias a nuestro alcance que nos permitan superar un mal resultado sin que llegue el desánimo.
Con mucha frecuencia, tras un resultado no esperado de la cirugía, los pacientes entran en desesperación o desánimo de forma irracional, ya que en la mayor parte de los casos las complicaciones son, afortunadamente, transitorias y recuperables. Y en los casos en que puedan quedar secuelas, un buen manejo posterior puede minimizar la percepción del daño y hacer que la funcionalidad sea tan próxima a la normalidad que nuestro propio cerebro discrimine los posibles déficits. De hecho, una de las mejores cartas en nuestra mano para combatir cualquier complicación, es la buena disposición anímica, un epíritu de superación incansable y nunca perder el interés por buscar soluciones.
Complicaciones durante la cirugía
Durante la intervención quirúrgica, pueden surgir complicaciones imprevistas debido a la manipulación de las estructuras anatómicas nobles. Las anomalías anatómicas, las adherencias entre estructuras y el uso extensivo de separadores, tanto a nivel muscular como nervioso, puede aumentar el riesgo de daño esas estructuras. El daño muscular, aunque parece poco relevante en un principio, puede suponer una dificultad futura para el sostén de la columna vertebral como estructura global y para su estabilidad, ocasionando dolores mecánicos más difíciles de manejar con terapia física al no existir buenos pilares activos que soporten la estructura pasiva.
Por otra parte, el daño a estructuras neurológicas por manipulación puede ocasionar desde síntomas leves como hormigueos o falta de sensibilidad en alguna zona, hasta pérdida de la movilidad en alguna de las articulaciones de la extremidad inferior (cadera, rodilla o tobillo) dificultando la marcha. Cuando se trata de daño por manipulación, la secuela suele ser transitoria y un bien plan de fisioterapia, estimulación eléctrica y trabajo muscular consiguen rehabilitar la función en tiempos que varían entre 6 semanas y 12 meses. Afortunadamente son muy raras las lesiones permanentes por rotura de fibras nerviosas u otras complicaciones imprevisibles que conduzcan a fracaso de cirugía lumbar, pero si esto ocurre, también existen formas de suplementar artificialmente la función perdida de manera que interfiera lo mínimo posible en la vida diaria.
Complicaciones posteriores: la amenaza de la fibrosis
La fibrosis, otra causa de fracaso de cirugía lumbar, puede comprometer negativamente los resultados esperados. Se trata de un proceso de cicatrización excesiva, hace que las estructuras nerviosas dejen de tener libertad de movimiento, ya que se adhiere fuertemente impidiendo los deslizamientos necesarios durante los movimientos de la espalda. Este anclaje anormal, hace que cada movimiento suponga un tirón del propio nervio, causando dolor crónico. Reintervenir para retirar la cicatriz no suele ser buena solución, ya que suele reproducirse con facilidad, o incluso de forma más agresiva. Normalmente es necesario asegurar la inmovilidad de las vértebras relacionadas, de manera que no haya movimientos en el entorno del nervio afectado.
Otras complicaciones y factores de riesgo para el fracaso de cirugía lumbar
Las infecciones postoperatorias y la reabsorción de los injertos o pseudoartrosis también son motivo de fracaso de cirugía lumbar. Factores como el tabaquismo aumentan exponencialmente el riesgo de complicaciones por su efecto en la vascularización y oxigenación de los tejidos, retrasando tanto la cicatrización como empobreciendo la capacidad del cuerpo para formar hueso a partir de los injertos aplicados en la cirugía y conduciendo al fracaso de la fusión buscada. No olvidemos que el objetivo de una artrodesis instrumentada (con implantes) es conseguir la fusión de las vértebras entre sí, y cuando esto no ocurre, los tornillos no pueden soportar las cargas diarias indefinidamente y acaban por romperse o aflojarse, ocasionando dolor.
Las infecciones, también caus de fracaso de cirugía lumbar, son difíciles de erradicar cuando hay implantes, ya que los gérmenes se acantonan en los recovecos de las piezas metálicas siendo difíciles de atacar tanto por el sistema inmune del organismo como por los antibióticos utilizados. Son necesarias nuevas cirugías para limpieza exhaustiva y largas temporadas de tratamiento antibiótico, inicialmente intravenoso para conseguir niveles plasmáticos muy altos, y posteriormente vía oral para mantener la actividad durante tiempo prolongado.
Síndrome Postlaminectomía
En casos donde la cirugía no logra aliviar el dolor, puede surgir el síndrome de postlaminectomía, conocido en la literatura internacional como FBSS (failed back surgery syndrome) es un desafío complejo que involucra al sistema nervioso central en la gestión del dolor. Este síndrome puede requerir un enfoque multidisciplinario que incluya terapia psicológica, farmacológica y, en última instancia, la modulación artificial de señales neuroeléctricas mediante neuroestimuladores medulares.

La literatura médica acerca de este síndrome es abundante, si bien la etiopatología no está del todo aclarada. En cualquier caso, la respuesta a determinado tipo de fármacos (los neuromoduladores) y a la neuroestimulación directa del sistema nervioso central, indican que existe una alteración tanto en la transmisión como en la interpretación de las señales de dolor en los centros de integración de información medulares, troncoencefálicos y diencefálicos. La variación del umbral de transmisión nerviosa juega un papel muy relevante en el manejo de este síndrome, la causa de fracaso de cirugía lumbar menos comprendida.
En conclusión, investigar las causas de fracaso de cirugía lumbar y complicaciones postquirúrgicas cuando esto ocurre es una labor compleja, pero necesaria desde el punto de vista médico, ya que sin un diagnóstico correcto no será posible solucionar el problema. En cuanto a los pacientes, conocer todas las posibilidades antes de la cirugía es fundamental para que la decisión quirúrgica sea razonada y, en caso de tales eventualidades, no aparezca la desesperación, que no ayuda en nada a una recuperación óptima.
Puedes ampliar información en este otro artículo sobre el fracaso de cirugía lumbar:

Teleconsulta de segunda opinión sobre cirugía de espalda
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3 respuestas
Tuvieron que operarme de nuevo, quitarme el material y volver a ponerme 4 tornillos en mayo 2923.
Desde entonces sigo con dolor en la espalda al andar.Estoy en la Unidad del dolor tomando
Diluyan comprimidos, ahora
Mismo tomo 3 medio pastillas al día.no noto alivio.
El próximo 2 de mayo empezaré con 3 pastillas diarias, espero me haga algún alivio.
Gracias
Estimada Isabel
Parece que en la intervención de 2022 sufrió complicaciones (quizá una fistula de líquido cefalorraquideo?) que obligó a reí ter venir en varias ocasiones. Cuando se van sumando reintervenciones, la infección y al final hace falta recambiar material por contaminación o alojamientos, se va acumulando daño en toda la zona, especialmente en la musculatura. La musculatura es fundamental para mantener la estabilidad y es muy compensadora de posibles desequilibrios, así que cuando se daña, se pierde un gran elemento para la recuperación.
Necesitará reforzar todo lo posible los músculos del core, los glúteos y lo que quede de los lumbares para intentar disminuir la necesidad de analgesia. La Unidad de Dolor debería intentar procedimientos con radiofrecuencia o infiltraciones si el caso lo requiere. Y por último será aconsejable una segunda opinión con otro especialista de su confianza para que revise sus pruebas por si hay algún otro problema sobreañadido en los últimos dos años.
Un saludo. Espero que mejore con el tiempo
Si estoy con un monitor personal haciendo ejercicios, (aparte yo he sido monitora de aeróbic), ya jubilada, pero siempre he estado haciendo ejercicio.
Muchas grscias